martes, 12 de noviembre de 2013

La sonrisa

El hecho de que sonreír sea un factor que influya en la salud de cada uno de nosotros es algo que no todo el mundo conoce. La sonrisa no solo nos proporcionará un gran bienestar físico, sino que también revitalizará nuestro ánimo y el de aquellos que nos rodean, pues se trata de un gesto contagioso. Está testado científicamente que aquellos que sonríen y mantienen el buen humor habitualmente cuentan con un nivel de anticuerpos mayor que aquellos más malhumorados; lo que les ayuda a prevenir enfermedades infecciosas,autoinmunes e incluso tumorales. Debemos trabajar la sonrisa en nuestras aulas, para mantener el buen humor de nuestros alumnos, que sean felices y que estén sanos. Para llevar esto acabo sería interesante proponer alguna actividad como por ejemplo la risoterapia. La risoterapia es la técnica que se basa en mejorar el estado físico y psicológico a través de la risa. Dentro de esta nos encontramos juegos muy interesantes para llevar a cabo en las aulas de infantil como por ejemplo: colocar a los niños sentados unos detrás de otros con las piernas abiertas de manera que cada uno coloque su cabeza en la tripa del compañero de atrás. Acto seguido la maestra contará un chiste o algo gracioso y comenzarán las primeras carcajadas. El hecho de sentir en la cabeza la vibración del cuerpo del compañero provocará en los niños un ataque de risa imposible de parar. Esta actividad puede estar dirigida a cualquier curso del segundo ciclo de Educación Infantil e incluso para primaria. Pues sonreír no entiende de edades.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Cuidamos nuestros dientes


 
  • Área de conocimiento:
 Conocimiento de si mismo e autonomía personal.
  • Bloque de contenidos:
 
- Discriminación progresiva de los alimentos saludables valorando su
consumo.
- Reconocimiento de la comida como hecho placentero e no solo nutricio.
- Adquisición de la autonomía progresiva en los hábitos de higiene y limpieza.
- Vivencia de la sensación de limpieza y aspecto cuidado.
- Equilibrio y desafío  de la necesaria prevención precisos para la
exploración o descubrimiento.
 
  • Fuentes de información
 Currículo de Educación Infantil de Galicia.
 
  • Criterios de evaluación:
 
- Persevera en la realización de sus actividades y en la busca de estrategias
para la resolución de los problemas cotidianos.

- Identifica situaciones y objetos peligrosos adoptando las precauciones
apropiadas en cada caso.

- Observar su contorno, identificando las propiedades de los objetos
para establecer comparaciones.

- Establecer relaciones causa-efecto, percibiendo las consecuencias de sus
acciones en los objetos o personas de su contorno.
 
 
 
 
 
 

domingo, 10 de noviembre de 2013

Come sano, vive bien




  • Área de conocimiento:
 Conocimiento de sí mismo y autonomía personal.


  • Bloque de contenidos:

Bloque 3: El cuidado personal:
-Iniciativa en la comida autónoma
-Incorporación paulatina en la dieta de nuevos alimentos y texturas en su presentación gradual.
-Discriminación progresiva de los alimentos saludables valorando su consumo.
-Reconocimiento de la comida como un hecho placentero y no solo nutritivo.

  • Criterios de evaluación:

-Realiza con progresiva autonomía y activa disposición las prácticas encaminadas a la satisfacción de las necesidades básicas: la alimentación, el descanso, la higiene y el cuidado propio y el del entorno.
-Practica un estilo de vida saludable y de bienestar integral atendiendo a una alimentación equilibrada y placentera, un descanso autónomo y suficiente, el gusto por la sensación de limpieza y el orden en su entorno.

  • Fuentes de información:
Decreto 330/2009, del 4 de junio, por el que se establece el currículo de la Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Galicia

sábado, 9 de noviembre de 2013

Muévete más y siéntate menos.


Área de conocimiento: Conocimiento de sí mismo y autonomía personal.

Bloque de contenidos: Debemos tener en cuenta que en esta área, a pesar de que los contenidos se agrupan en cuatro bloques, estos bloques no son unidades independientes, sino que deben visualizarse de forma inclusiva y relacional, ya que comprenden aspectos que se contienen y vinculan unos con otros, y que además, no pueden ser trabajados separadamente de los contenidos del resto de las áreas.
Teniendo en cuenta esto, el bloque más adecuado para enmarcar teóricamente el ejercicio físico sería el de "juego y movimiento", sin embargo también es necesario que se trabaje en el de "el cuerpo y la propia imagen" como una de las mejores maneras de elaborar una imagen adecuada del esquema corporal y por tanto del conocimiento y control del propio cuerpo; en el bloque de "actividad cotidiana" ya que debemos inculcarles desde pequeños que el ejercicio es algo que ha de realizarse varias veces por semana y que no es algo de un momento excepcional, sino que ha de estar en la rutina del alumno; por último también ha de trabajarse en el bloque de "cuidado personal y la salud" ya que, junto con la alimentación y la higiene, es una de las formas más básicas e importantes de prevenir enfermedades y tener una buena salud y calidad de vida, actualmente en este bloque se tratan principalmente la alimentación y la higiene pero como docentes debemos luchar al máximo en contra del sedentarismo.

Fuentes de información: diversas páginas de internet para conseguir las imágenes y el Currículo de Educación Infantil de Galicia.

Criterios de evaluación: :
- Reconocer, identificar y representar el cuerpo en su globalidad y sus diferentes partes.
- Coordinar y controlar su cuerpo, sus posibilidades motrices y adaptarlo a las características de los objetos, a la acción y a la vida cotidiana.
- Construir una imagen propia positiva y aceptar su identidad, manifestando confianza en sus posibilidades y reconociendo sus limitaciones.
- Identificar semejanzas y diferencias entre personas valorando positivamente la diversidad (mediante el juego en grupo, fomentando así la tolerancia y el compañerismo).
- Participar en juegos, mostrando destrezas motoras y habilidades manipulativas cada vez más ajustadas.
- Participar en juegos y actividades colaborativas aceptando las normas que los rigen.
- Manifestar hábitos de salud, alimentación saludable e higiene corporal y bienestar utilizando adecuadamente espacios y materiales.

jueves, 10 de octubre de 2013

Utilidad del Voki en la Educación Infantil

Podremos utilizar este programa para crear un cuento entre todos. La actividad consistiría en que cada niño crea su Voki y hace que este diga una frase de cuento. Luego los juntaremos todos para crear la historia. Así, haremos un cuento interactivo en que implicaremos a toda la clase, de una manera divertida y creativa, potenciando así la colaboración entre iguales.

lunes, 7 de octubre de 2013

"El fantasma come- miedos"

No cabe duda de que los miedos son evolutivos y “normales” en estas edades tempranas. La tendencia natural será a que éstos vayan desapareciendo progresivamente. Sin embargo, considero que esta actividad en el aula es importante porque la mejor manera de superar los miedos, es enfrontándote a ellos. Los niños podrán, de una manera divertida, contar sus temores al “fantasma come-miedos”, los cuales el fantasma se comerá y estos desaparecerán. Este ejercicio nos servirá para estar mucho más relajados al creer que sus problemas han desaparecido, y que gracias al fantasma, ya no hay nada a lo que temer.

lunes, 30 de septiembre de 2013

La respiración: la aventura de las burbujas

Después de investigar un poco en el blog de “Aventura Diminuta”, he seleccionado una actividad que me parece muy interesante.
A continuación os dejo el enlace y también una fotografía de la página:





He elegido esta actividad porque me parece muy interesante utilizar los pomperos de jabón para practicar la respiración, ya que es una tarea práctica y no teórica y los niños la realizan como si fuera un juego. Así, identifican los ritmos que toman de respiración con los ritmos de las burbujas, si soplan muy fuerte y de forma brusca las burbujas se romperán (significa que ellos están alterados o nerviosos) y si soplan de forma suave las burbujas se podrán agrandar más, lo que significará que su respiración es relajada y tranquila.

"Introduciendo a los niños y niñas en el yoga"

Escogí esta actividad porque en el yoga se trabajan cosas tan importantes como el control postural, el control de la respiración, técnicas de relajación, etc. Y creo que es muy importante trabajarlas desde infantil, ya que son cosas que tienen una gran repercusión en nuestra salud. Por ejemplo, la mayor parte de los problemas de espalda se deben a posturas inadecuadas, las lesiones deportivas a no haber estirado correctamente, a diario nos encontramos con reportajes en los medios de comunicación que hablan de las consecuencias del estrés en nuestra salud, etc.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Experiencias de saúde, Eva Docampo Vila

A los cuatro meses aproximadamente tuve un atragantamiento bastante fuerte por el moco que me produjo un simple catarro. Me queda varios segundos sin respirar hasta quedarme color violeta. Mi madre, muy acertada, me agarro por los pies, me puso boca abajo y comenzó a darme palmadas en la espalda hasta que me recompuse. Pero después del susto decidió que lo mejor sería llevarme al médico y consultarlo. Estuve una semana ingresada en la que me realizaron una serie de pruebas y análisis para comprobar que todo estaba correcto. Aparentemente no tuve ninguna secuela después del incidente pero lo cierto es que aún hoy en día tengo pánico a los atragantamientos, nunca me he atragantado con comida y es a lo que más temo. Me he informado y a esto se le llama fagofobia. Sin embargo, esto no me pasaba durante mi niñez; comenzó a manifestarse durante mi adolescencia, cuando nació mi prima pequeña, Supuestamente por celos. En ese momento dejé de comer durante mes y medio por miedo a ahogarme. Fue una época difícil para mi y para mis padres porque ninguno sabíamos cual era el problema y temían que fuese algún tipo de trastorno alimenticio. Finalmente decidieron acudir al psicólogo, que achaco el problema a los celos por un nuevo bebé en la familia mezclado con mis propios miedos. Para solucionarlo simplemente me dio un jarabe que en realidad era placebo, pero al ser algo psicológico yo me recuperé enseguida.


A parte de esto, nunca me he roto nada, ni sufrido ningún esguince. Lo único fue un golpe en la cabeza contra una pared de ladrillos. Me abri bastante y me tuvieron que dar puntos pero tendría alrededor de cuatro años y no lo recuerdo con demasiada claridad.

En general he tenido catarros, gripe, gastroenteritis y sorprendentemente no he sufrido la varicela, lo que me preocupa un poco porque cuanto más mayor se pase más grave puede ser. Tampoco he tenido piojos, que es algo muy común ya que se contagia muy fácilmente en el colegio.

Ya más mayor he sufrido la enfermedad del beso, mononucleosis. Fueron unas semanas horribles ya que te produce un cansancio extremo, se inflama el bazo y el hígado por lo que no puedes realizar ningún tipo de esfuerzo o cualquiera de estos órganos puede sufrir un reventón. Falté a clase dos semanas y media y perdí gran parte de mi masa muscular por estar tanto tiempo encamada.


A parte de esto, poco más que destacar. He llevado ortodoncia durante tres años y medio y actualmente debo sacarme las muelas del juicio o puede que se vuelva a desestructurar toda mi dentadura.

Experiencias sobre salud de María Castro Fidalgo

Las experiencias que he tenido relacionadas con la salud a lo largo de mi vida han sido bastante típicas.

Desde mi infancia las únicas enfermedades que he tenido han sido catarros, gripes, gastroenteritis y poco más. Recuerdo que por estas enfermedades, pasa alguna semana durante un curso en cama, para descansar, recuperarme y evitar contagiar a mis compañeros aunque también es cierto que en estas edades, al pasar tanto tiempo en las aulas todos juntos, si uno enfermaba caían cuatro o cinco niños más.

La enfermedad que destacaría de mi infancia, quizás sea la varicela, puesto que es de la que más me acuerdo. Recuerdo el cansancio, la fiebre, la molestia que producían los granitos y que había que evitar a toda costa rascar para que no quedaran marcas, y sobre todo, los cuidados de mi abuela. Para mí, en esa época, estar enferma significaba dormir en su cama, rodeada de mis muñecas favoritas y con la tele siempre con dibujos, siendo aún más la princesita de la casa.

Pero no todo eran enfermedades. En primaria, los viernes por la tarde eran días del flúor de fresa, algo que a mi particularmente me encantaba pero que no todos mis compañeros compartían mi opinión. Era un ratito pequeño que le dedicábamos a la higiene bucal en el aula. Cada alumno con su botecito, bebíamos el flúor, nos enjuagábamos la boca con él y después lo devolvíamos al botecito y lo tirábamos. En esa época nos resultaba gracioso, años después mis compañeros y yo creíamos que se trataba de algún tipo de conspiración o plan secreto de la escuela, todo tipo de ideas con una gran imaginación. 



También en el colegio, nos vacunaron. Ahora mismo no recuerdo de que vacuna se trataba pero si los nervios que sufríamos todos niños y niñas ante el inminente pinchazo que íbamos a recibir. Un par de meses después de aquello, me tocaba revisión en el pediatra, a la cual iba acompañada por mi madre. Allí, descubrimos que la vacuna que me habían puesto en el colegio ya me la habían puesto meses atrás en el pediatra y era algo que ya tenían que haber visto en la cartilla el día de la inyección en la escuela. El médico le dijo a mi madre que pudo haber sido peligroso para mi salud, pero por suerte no paso nada. También recuerdo el cabreo que tuvo mi madre y la discusión en el colegio debido a la irresponsabilidad que cometieron. 

En mi adolescencia no hubo ninguna enfermedad más destacable que las ya mencionadas. Quizás si pueda destacar la aparición de dermatitis facial, a los catorce años, pero es algo que soluciono echando una crema especial recetada por mi dermatólogo. También fue una etapa de mi vida en la que como muchos otros adolescentes tuve que ponerme el temido “aparato” para perfeccionar mi dentadura, lo que suponía ir todos los meses al dentista para mis revisiones. Tal vez sea la experiencia que más odie de mi adolescencia, aunque por suerte solo duró un año y medio y ahora puedo decir que mereció la pena. El último año de bachillerato, ya alcanzada mi mayoría de edad, decidí donar sangre en uno de los autobuses de donación que se situó en el aparcamiento de mi instituto, fue una experiencia muy gratificante ya que con un poquito de tu sangre puedes ayudar a personas que realmente lo necesitan.



En cuanto a las aportaciones de la escuela, nos remarcaban la importancia de la higiene con tareas tan simples como lavarse las manos, los dientes, etc. En el instituto recibimos charlas sobre sexualidad, prevención de enfermedades de transmisión sexual y donación de sangre, entre otras.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Las experiencias de Lucía

 Por suerte, a la hora de contar mis experiencias con la salud, tanto en la infancia como en la adolescencia no puedo enumerar grandes enfermedades o problemas, ni en el campo físico ni en el psicológico.
Los pocos problemas graves que tuve fueron ambos recién entrada la niñez, bueno en esa edad en la que muchos dudamos si nuestros pequeños siguen siendo bebés, o ya deberíamos considerar que han pasado a la siguiente etapa de sus vidas. 

La primera se debió a dos ingresos por convulsiones febriles  que, para desgracia de mi madre ambas  coincidieron a altas horas de madrugada y en días en los que mi padre estaba de turno de noche. Al final, resultaron ser comunes en bebés y niños muy pequeños debido a una falta de desarrollo del cerebro. Esta experiencia, podría ser de mi madre más que mía, ya que yo no me acuerdo en primera persona, pero mi madre recordándomela cada poco y con el miedo que pasa aun hoy en día cada vez que tengo fiebre, la ha hecho mía también.

La segunda se trató de una infección de orina que pasó a los riñones, por lo que estuve 10 días ingresada en el hospital, de esta si me acuerdo de ciertos detalles, como de la sonrisa de la enfermera que se encargaba de llevarnos la comida, de mi compañero de habitación con el que jugaba a los cochecitos y de la "sala de los juguetes" que había en nuestra planta.

Luego llegó la hora de ir al cole. De esta etapa recuerdo el, muy famoso en mi generación, flúor de fresa, la imagen del la profesora con una caja grande en las manos repartiendo esos botitos con líquido rojo a cada alumno, para que se enjuagaran con él y volvieran a escupir el líquido en el bote. También recuerdo "la vacuna", no sé muy bien por que pero un día nos vacunaron a todos los alumnos de 5 años en el colegio, la fila de niños esperando para recibir aquel pinchacito para nosotros era algo semejante al corredor de la muerte. Otro hecho destacable fue, ya en primaria, cuando a uno de mis compañeros le diagnosticaron tuberculosis, y nos tuvieron que hacer la prueba a todos; recuerdue todo perfectamente ese circulito pintado con boli en el brazo que todos mirábamos por si la mancha lo  sobrepasaba. En esta época, como al 90% de los niños, también me tocó sufrir los molestos picores de los granitos de la varicela.

En cuanto a la educación para la salud que he recibido, recuerdo alguna que otra campaña sobre la importancia de la higiene bucal, en la que cubríamos cuadernillos y recibíamos charlas. Adeamás de algunas clases sobre la importancia de una dieta equilibrada y de hacer ejercicio físico varias veces a la semana. 

Por lo demás, mi adolescencia y mi infancia se caracterizaron por los típicos resfriados, gripes, gastroenteritis, etc. propias de la edad.


jueves, 19 de septiembre de 2013

Experiencia de nuria


Cuando era pequeña, las enfermedades que he tenido no han ido más allá de las más comunes: típica fiebre, catarros, gastroenteritis, varicela ..etc

Recuerdo que en uno de estos catarros invernales, hubo uno que me afectó de manera muy grave, ya que estuve quince días encerrada en casa sin poder ir al colegio. Lo único bueno que recuerdo de este catarro fue la cantidad de sopa que comía, uno de mis platos favoritos. La razón era que mi madre me decía que la única forma de curarme era comiendo cosas calentitas y tomando los medicamentos que me daba el médico. Para que no contagiase al resto de mis compañeros, mi madre se encargaba de traerme los deberes a casa, ya que en estas edades la transmisión de enfermedades es muy común pasar parte el día juntos.



Y hablando de la transmisión, otra cosa de padecí de pequeña fue aquel picor insoportable que tuve en segundo de primaria, los piojos. Una compañera de clase los tenía, y ella nos los pasó a la gran mayoría de la clase. Recuerdo que mi madre desde que se dio cuenta de que los tenía, empezó a lavarme la cabeza con vinagre todos los días, ese olor que tanto acabé odiando. Pero mi madre dice que los remedios caseros son mucho mejor, asique al poco tiempo se me pasaron.



 
Con respecto al colegio y la salud, lo que más recuerdo es la típica hora del flúor. Esa que yo tanto odiaba. Teníamos que ponernos en fila y, cada uno con su vasito enjuagar la boca con él, volverlo al vasito y tirarlo sin aclarar la boca con agua. Había compañeros que se volvían locos por el, pero a mi particularmente era el sabor que más odiaba del mundo. Asique mis profesoras pasaban media hora razonando conmigo para que me lo tomase, y poco a poco, así fueron cuidando nuestra higiene dental, para que junto con el cepillado, tuviésemos unos dientes bien sanos.