A los cuatro meses aproximadamente tuve un atragantamiento
bastante fuerte por el moco que me produjo un simple catarro. Me queda varios
segundos sin respirar hasta quedarme color violeta. Mi madre, muy acertada, me
agarro por los pies, me puso boca abajo y comenzó a darme palmadas en la
espalda hasta que me recompuse. Pero después del susto decidió que lo mejor sería
llevarme al médico y consultarlo. Estuve una semana ingresada en la que me
realizaron una serie de pruebas y análisis para comprobar que todo estaba
correcto. Aparentemente no tuve ninguna secuela después del incidente pero lo
cierto es que aún hoy en día tengo pánico a los atragantamientos, nunca me he
atragantado con comida y es a lo que más temo. Me he informado y a esto se le
llama fagofobia. Sin embargo, esto no me pasaba durante mi niñez; comenzó a
manifestarse durante mi adolescencia, cuando nació mi prima pequeña, Supuestamente
por celos. En ese momento dejé de comer durante mes y medio por miedo a
ahogarme. Fue una época difícil para mi y para mis padres porque ninguno sabíamos
cual era el problema y temían que fuese algún tipo de trastorno alimenticio. Finalmente
decidieron acudir al psicólogo, que achaco el problema a los celos por un nuevo
bebé en la familia mezclado con mis propios miedos. Para solucionarlo
simplemente me dio un jarabe que en realidad era placebo, pero al ser algo
psicológico yo me recuperé enseguida.
A parte de esto, nunca me he roto nada, ni sufrido ningún
esguince. Lo único fue un golpe en la cabeza contra una pared de ladrillos. Me
abri bastante y me tuvieron que dar puntos pero tendría alrededor de cuatro
años y no lo recuerdo con demasiada claridad.
En general he tenido catarros, gripe, gastroenteritis y sorprendentemente
no he sufrido la varicela, lo que me preocupa un poco porque cuanto más mayor
se pase más grave puede ser. Tampoco he tenido piojos, que es algo muy común ya
que se contagia muy fácilmente en el colegio.
Ya más mayor he sufrido la enfermedad del beso,
mononucleosis. Fueron unas semanas horribles ya que te produce un cansancio
extremo, se inflama el bazo y el hígado por lo que no puedes realizar ningún
tipo de esfuerzo o cualquiera de estos órganos puede sufrir un reventón. Falté
a clase dos semanas y media y perdí gran parte de mi masa muscular por estar
tanto tiempo encamada.
A parte de esto, poco más que destacar. He llevado
ortodoncia durante tres años y medio y actualmente debo sacarme las muelas del
juicio o puede que se vuelva a desestructurar toda mi dentadura.
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